jueves, 14 de noviembre de 2013

¡César, dejá nomás!



Por Arturo Peña

El 29 de noviembre del año pasado, un video filmado en la ciudad de Lambaré –ciudad vecina de Asunción-, tras una intensa tormenta que afectó a varias zonas del país, se convertía en fenómeno viral a solo minutos de ser subido a la red de YouTube. Una frase que se escuchaba en el video se volvió luego una de las más famosas del año, según la encuesta realizada por un periódico. “¡César, dejá nomás!”, era el grito de alarma de un vecino para César Guanes, quien trabaja en un taller mecánico en el barrio Santo Domingo, de Lambaré. En el impresionante video se puede ver a César y otros empleados del taller tratando de rescatar los autos estacionados frente al local, amenazados de ser arrastrados por el descomunal raudal que se formó tras la intensa lluvia.

Es difícil describirlo en palabras.

César pone en riesgo su propia vida para tratar de salvar su trabajo, su sustento, mientras un vecino desesperado lo filma, impotente, desde la acera de enfrente. Finalmente, el raudal termina por arrastrar dos vehículos. César salva su vida por solo segundos, pero queda con millonarias pérdidas. “Lo único que quiero ahora es reponer los vehículos y seguir con mi vida normal”, comentaba días después. Los vecinos se organizaron para realizar una venta de pollos benéfica para ayudarlo. Vendieron 1.200 adhesiones.

El problema del raudal sobre la calle Juan Pablo II del barrio Santo Domingo, sobre la que se ubica el taller, está relacionado con el desborde del arroyo Leandro Sosa, que cruza unas cuadras arriba, para el cual no se ha aplicado ningún plan de recuperación ni canalización en lo que va del año. La situación es casi la misma cada vez que llueve con intensidad.

El pasado 5 de noviembre, en el mismo barrio, fue hallado el cuerpo sin vida un pequeño de tres años en aguas del arroyo Leandro Sosa. Los vecinos relataron que ese sector no tiene ningún tipo de valla de protección. También hicieron una denuncia del alto nivel de contaminación del cauce.

Este tipo de raudales no son imágenes extrañas de nuestras ciudades. Quizás no exista un registro exclusivo de víctimas fatales de los raudales, pero solo en Asunción la cifra de seguro será relevante. Según la Municipalidad de la capital, la red de desagüe pluvial solo abarca al 20% de la ciudad. Las autoridades estiman un plazo de unos ¡30 años! para alcanzar una cobertura total, eso si se logra obtener los 120 millones de dólares necesarios…

Si pensamos en el agua como un recurso vital, esta realidad nos ubica en un escenario sumamente contradictorio. Mientras regiones como el Chaco paraguayo, se debaten gran parte del año con la sequía –recién ahora se están generando proyectos alentadores, como el acueducto en construcción, luego de rotundo fracaso con fuerte olor a corrupción de las desalinizadoras-, en la región Oriental, donde existen los mayores recursos, todo el sistema de tratamiento del agua, desde la red de desagües pluviales, hasta los sistemas de distribución, está en crisis. Según cifras del año pasado del Ministerio de Salud, más de 1.500.000 habitantes todavía no tienen agua potable en todo el país.

Paraguay es un país con un recurso hídrico importantísimo. Su mismo nombre tiene su origen en el agua (según algunos autores, del guaraní: Payagua y. Payagua: tribu indígena guaraní que habitaba la zona a la llega de los españoles; Y: agua, en guaraní). El territorio está asentado sobre el Acuífero Guaraní, una de las reservas de agua subterránea más grandes del mundo. Y está regado por dos de los ríos más grandes del cono sur, el Paraguay y el Paraná.

El agua en Paraguay es un factor fundamental, por ello hay que pensar en soluciones efectivas y a corto o mediano plazo. En soluciones ya, antes que se lo lleve todo el raudal.

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